No utilizar el vehículo si se produce una alarma por terremoto con probabilidad de generar un posterior maremoto; saber que los puntos de encuentro para la población evacuada están situados a un tiempo de desplazamiento de entre 10 y 20 minutos; que hay zonas elevadas en los edificios, a partir de la cuarta o quinta planta y en las azoteas, a las que poder dirigirse en caso de una evacuación vertical más inmediata; o que la evacuación horizontal recorrería las calles del municipio y sus caminos rurales, para acceder a los puntos de encuentro previamente definidos y situados por encima de las áreas inundables.

Son solo algunas de las recomendaciones y pasos que habría que seguir en Chipiona (Cádiz), en el caso de repetirse un fenómeno similar al que en el año 1755 asoló las costas del Golfo de Cádiz y de Portugal -el conocido como maremoto de Lisboa- y que los vecinos de dicho municipio ya conocen gracias a un proyecto piloto pionero en España que está impulsando el Ayuntamiento chipionero con el objeto de tomar la delantera a la hora de aspirar a convertirse en la primera localidad de nuestro país en contar con el distintivo Tsunami Ready de la Unesco, que certifica que cuenta con un plan específico para afrontar este tipo de fenómenos.

Así, no es raro encontrar ya en el Paseo Marítimo y en las playas de dicha localidad gaditana señales de evacuación en caso de tsunami. Un hecho que no deja de llamar la atención, pero que lugareños y veraneantes ya empiezan a tomarse como una medida preventiva.

La iniciativa, o al menos algo similar aunque adaptado a cada territorio, podría ser en un futuro no muy lejano también una realidad en distintos municipios de la costa occidental onubense, especialmente en Isla Cristina, pero también en Ayamonte y Lepe, así como en las localidades lusas de Vila Real de Santo António, Castro Marim y Vila do Vispo -esta última junto al cabo de San Vicente-, gracias al trabajo conjunto que están llevando a cabo sus ayuntamientos con el objeto de diseñar y poner en marcha un proyecto común denominado ‘Cultura del Tsunami’.

Según fuentes del Consistorio isleño, en él se plantea trabajar con las administraciones locales y la ciudadanía en la prevención de riesgos por tsunamis desde un punto de vista de las políticas públicas, lo cual incluye aspectos  como coordinación de servicios de emergencia, ordenanzas edificatorias, señalética, vías de evacuación. Del mismo modo se contemplan acciones de educación-dinamización de la ciudadanía adaptándolas a las realidades e impactos previsibles de cada territorio.

La intención es -prosigue- poner en marcha un proyecto de transferencia de conocimiento entre todos los actores intervinientes para unificar criterios de cara a una respuesta común y coordinada en los anteriores aspectos, lo cual implicaría incluso el diseño de una misma tipología de señalética, que podría servir hasta para ser adoptada en todo el marco de la Unión Europea.

En relación al actual proyecto de Chipiona, el Pleno del Ayuntamiento de Chipiona aprobó por unanimidad en julio de 2020 un proyecto para la preparación del municipio frente al riesgo de tsunamis, dirigido a obtener la acreditación Tsunami Ready que otorga la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO.

Para la obtención de dicha acreditación es necesario cumplir unos requisitos mínimos con los que se estima que un municipio está mejor preparado ante un potencial evento de tsunami, teniendo que superar una serie de indicadores en torno a acciones de evaluación de los riegos, y establecimiento de procesos de mitigación, preparación y respuesta frente al riesgo de este fenómeno.

En noviembre de ese mismo año fue presentado el proyecto en un encuentro telemático celebrado con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Tsunami (World Tsunami Awareness Day). Ese mismo día se presentó a Chipiona como «caso piloto europeo en el programa Tsunami Ready», y desde entonces se ha ido avanzando en el cronograma de trabajo.

El proyecto está siendo desarrollado en Chipiona por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, entidad colaboradora que cuenta con amplia experiencia en proyectos similares en otros lugares del mundo. En todo este tiempo se han ido celebrando sesiones de trabajo, presentaciones de avances y mapas, conferencias virtuales con asociaciones y entidades de toda Andalucía y sesiones presenciales, para la revisión y validación de los mapas preliminares de evacuación.

El Ayuntamiento de Chipiona cuenta ya con mapas de inundación y evacuación realizados por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, con el apoyo de la Universidad de Málaga, mediante modelos matemáticos de simulación de tsunamis. En su elaboración se realizó un estudio sobre los tiempos de evacuación contando con un nutrido grupo de personas voluntarias de distintas edades y condiciones físicas. Dichos mapas  se encuentran ya validados por las autoridades locales relacionadas con la gestión de emergencias y por colectivos sociales, y están en fase de integración en la planificación de emergencias para su posterior implantación y difusión pública.

De esta forma el Consistorio chipionero viene desarrollando actividades dirigidas a la concienciación social sobre el riesgo de maremotos, a la implicación en el tema de los distintos agentes y al avance en el conocimiento y estudio en materia de prevención ante tsunamis. Igualmente dispone ya de instalaciones propias destinadas al proyecto, con una exposición permanente sobre la temática y con una sala de conferencias que ha contado con ponentes del Instituto Geográfico Nacional, Puertos del Estado y la Universidad de Cádiz, entre otros.

Por todo ello, el Consistorio hace coincidir con las fechas de conmemoración del maremoto de Lisboa, la realización de conferencias técnicas y otros actos culturales y divulgativos que se suman a la tradicional procesión religiosa que, cada 1 de noviembre, saca a las calles de la localidad al Cristo de las Misericordias, a quien la tradición local atribuye su influencia en la retirada de las aguas de aquel fatídico primer día del mes de noviembre de 1755.

Tratando de cumplir con los indicadores de la IOC/UNESCO para la obtención de la acreditación Tsunami Ready, el Ayuntamiento avanza actualmente en la mejora de los medios técnicos para recibir las alertas tempranas de tsunamis, así como en aquellos medios necesarios para avisar a la población ante un potencial evento -sirenas-, o en el desarrollo de material informativo.

Del mismo modo, el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria tiene previsto realizar en Chipiona próximamente talleres para la desarrollar los protocolos de la planificación de emergencias.

El proceso de acreditación se encuentra actualmente en pleno desarrollo, con la coordinación del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, y el propio Ayuntamiento de Chipiona, con el apoyo de UNESCO, a quienes hay que agradecer la existencia de esta iniciativa destinada en definitiva a reducir las pérdidas de vidas y de bienes que puedan generar los maremotos en las comunidades costeras mediante una mejor planificación y la educación y sensibilización de la población, la administración y los servicios de emergencias.

Dado su carácter pionero en España, ha suscitado un gran interés por parte de otras  administraciones y organizaciones, contribuyendo al  impulso político y a la sensibilización social, lo que constituye una oportunidad para avanzar en las políticas de Protección Civil y en el desarrollo de la cultura de la prevención de nuestra sociedad.

Mientras continúa el trabajo científico, se están acentuando los esfuerzos en los ámbitos políticos y de comunicación del proyecto, y el Ayuntamiento de Chipiona ha invitado a todas las administraciones para que se sumen al ambicioso proyecto Tsunami Ready Chipiona, único en España y Europa.

Como señaló en la visita que esta misma semana realizó a Isla Cristina el alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, con el objeto de abordar una posible extrapolación del proyecto a la costa occidental de Huelva y el Algarve portugués, «nos hemos puesto las pilas porque es muy probable que un fenómeno así se produzca en el futuro».

En este sentido el primer edil chipionero hizo hincapié en la labor de concienciación de la población ya que «en un principio esto suele sonar un poco a burla, pero hay que tomarlo muy en serio» y en realidad «todos tenemos que ponernos las pilas, sobre todo las costas de Huelva y Cádiz, la del Algarve de Portugal, las de Marruecos y las Islas Canarias, que son las zonas de mayor riesgo de que llegue la inda si se produce un maremoto».

Y es que, según concluyó, «nada más que lográsemos salvar una vida en caso de producirse un tsunami, ya estaría justificado todo el trabajo y esfuerzo que estamos realizando desde hace ya tres años».

Por su parte el primer edil isleño, Jenaro Orta, que impulsa la puesta en marcha de una actuación similar a la de Chipiona en el litoral occidental onubense, subrayó en dicha visita que «es importante tener en cuenta que un tsunami no afectaría solo a un pueblo, sino a una zona mucho más amplia», y por ello «tenemos muy claro que unir esfuerzos entre municipios con dicha amenaza es fundamental».

«Estamos intentando adelantarnos a una problemática que puede llegar en cualquier momento -añadió-, lo cual no puede ser obviado en municipios con las características, riesgos y precedentes de los nuestros en materia de tsunamis».

Es por ello que «hay que empezar a hablar de cultura del tsunami», la cual a pesar de lo anterior «no está arraigada en nuestra zona», así como «hay que empezar a incluir el riesgo de un posible maremoto en nuestros planes de emergencias, como ya hacemos con los incendios o las inundaciones», añadió el primer edil isleño, quien concluyó precisando que ello se hace, por ejemplo, «diseñando y llevando a cabo actividades de concienciación en los colegios y en otros ámbitos». Todo ello, «con el principal objetivo de que, si algún día se produce un fenómeno de este tipo, los daños sean los mínimos y la respuesta la más rápida posible».